Érase
una vez un poblado que tenía entre sus habitantes a un anciano muy sabio. Los
habitantes del pueblo confiaban en este hombre para que diera respuesta a sus
preguntas y preocupaciones.
Un
día, un granjero del poblado acudió a
ver al anciano sabio y le dijo, con tono de agitación: "hombre sabio,
ayúdame. Ha sucedido algo horrible. ¡Mi buey ha muerto y no tengo ningún animal
que me ayude a arar mi campo! ¿No es lo peor que podría haberme
sucedido?". El anciano sabio le respondió: "Puede que sí, puede que
no". El hombre se apresuró a regresar a la aldea e informar a sus vecinos que el anciano sabio
se había vuelto loco. Sin duda, aquello era lo peor que podría haberle sucedido
¿Por qué no podía verlo el sabio?
Al día
siguiente, sin embargo, un caballo fuerte y joven fue visto cerca de la granja
del hombre. Dado que el hombre no tenía ningún buey que lo ayudara, se le
ocurrió la idea de atrapar al caballo para reemplazar al buey muerto, y así lo
hizo. ¿Qué contento estaba el granjero! ¡Nunca había sido tan fácil arar su
campo! Volvió a visitar al sabio para pedirle disculpas. "Tenías razón,
hombre sabio. Perder a mi buey no era lo peor que podría haberme sucedido. ¡Ha
sido una bendición! Nunca habría capturado a mi nuevo caballo de no haber
ocurrido eso. Tienes que estar de acuerdo conmigo en que es lo mejor en que es
lo mejor que podría haberme sucedido." El anciano sabio, volvió a
replicar: "Puede que sí, puede que no". Otra vez no, pensó el
granjero. No cabe duda de que ahora el sabio sí que se ha vuelto loco.
Pero,
una vez más el granjero no sabía lo que le iba a acontecer. Pocos días más
tarde, el hijo del granjero salió a montar a caballo. Éste lo arrojó al suelo y
el chico se rompió una pierna. No podía ayudar con la cosecha. "Oh, no
-pensó el granjero-. Ahora moriremos de hambre." Una vez más, acudió a ver
al sabio. Esta vez, le dijo: "¿Cómo sabias que la captura de mi caballo no
era algo bueno? Has tenido razón otra vez. Mi hijo está herido y no podrá
ayudar en la cosecha. Esta vez estoy seguro que esto sí que es lo peor que
podría haber sucedido. Esta vez tienes que estar de acuerdo conmigo". Pero
al igual que había hecho antes, el anciano sabio miró con serenidad al granjero
y, con tono compasivo, volvió a responder: "Puede que sí, puede que
no". Enfurecido a causa de la ignorancia del sabio, el granjero regresó al
poblado como una tromba.
Al día
siguiente, llegaron soldados para llevarse a todos los hombres físicamente
capaces a la guerra que acababa de
estallar. El hijo del granjero fue el único hombre joven de la aldea que no
tuvo que marcharse. Viviría, mientras que los otros morirían con seguridad.
La
moraleja de esta historia constituye una importante lección. La verdad es que
no sabemos lo que nos va a suceder....
Sólo creemos saberlo. A menudo hacemos una montaña de algo. Construimos en
nuestra mente la historia de todas las cosas terribles que van a suceder. En la
mayoría de los casos nos equivocamos. Si mantenemos la calma y permanecemos
abiertos a posibilidades, podemos estar razonablemente seguros de que, antes o
después, estaremos bien, Recuerda: puede que sí, puede que no.
"No anticipes los problemas ni te preocupes por lo que pueda suceder: mantente
bajo la luz del sol." Benjamin Franklin.
Fuente: “Don't Sweat the Small Stuff” by Richard Carlson
en uno que nos enseña de como estar ante un fracao o de un exito esos fraces es interesante muy buena una leccion muy buena gracias señor jorge
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario y por seguir el blog.
ResponderEliminarJorge como yo interpreto esta historia es que en el largo de nustras vidas se nos van a presentar momentos o situaciones que aparentemente son negativas pero luego se pueden volver en situaciones positivas. Otra forma de ver esta historia es que las malas situaciones no duran para siempre porque al final siempre vuelve a salir el sol y cambia tu situacion. UN ABRAZO JOSE R.
ResponderEliminarCoincido con tu acertado enfoque de la historia Jose ... debemos seguir adelante con optimismo y actitud mental positiva !
ResponderEliminarmuy buena reflexión,
ResponderEliminarGracias, me alegra que te guste el blog.
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