martes, 29 de octubre de 2013

La ley de la cosecha de Stephen Covey

El holgazanear y luego hacerlo todo en el último momento no funciona en una granja y tampoco funcionará en tu vida.

Hay que ordeñar las vacas todos los días. Hay que hacer otras cosas en determinada estación del año, según los ciclos naturales. Más allá de las buenas intenciones, cuando se violan estas leyes luego se sufren las consecuencias lógicas. Estamos sometidos a leyes naturales y principios rectores, a las leyes de la granja y de la cosecha.

Lo único que resiste al tiempo es la ley de la granja. Según las leyes y principios naturales, si quiero recoger la cosecha debo preparar la tierra, sembrar la semilla, cultivarla, desbrozarla y regarla. Lo mismo rige para el matrimonio o para ayudar a un adolescente a superar una difícil crisis de identidad: no hay soluciones instantáneas ni fórmulas para el éxito inmediato que nos permitan avanzar con el sencillo recurso de manipular psicológicamente algunas actitudes mentales positivas, acompañándolas de un montón de nuevas recetas para triunfar.

Rige la ley de la cosecha. Las leyes naturales y los principios actúan con independencia de nosotros. Ponga usted, pues, esos principios de la agricultura en la base de su vida y sus relaciones. Si lo hace, su disposición mental cambiará, de ser una mentalidad de escasez, a una de abundancia.

Veamos este video de como funcionan las cosas en una granja: