No podía faltar en este blog la presentación un
libro que nos brinda poderosas lecciones de cambio y superación personal, si
aún no lo tienes en casa te lo recomiendo ampliamente, el título: “Los 7hábitos de la gente altamente efectiva” del Dr. Sthephen R. Covey. Desde su
publicación inicial este libro se convirtió en el best-seller más vendido, de
acuerdo al New York Times, por vender más de 15 millones de copias en 32
idiomas en 75 países alrededor del mundo.
Los siete hábitos de la gente altamente
efectiva encarnan la esencia de, primero, convertirse en una persona equilibrada,
integrada y fuerte, para luego poder crear un equipo complementario basado en
el respeto mutuo.
No importa a cuántas personas usted
supervise, hay una sola persona a la cual puede cambiar: a usted mismo. La
mejor inversión que puede hacer, entonces, es en mejorarse a sí mismo desarrollando
los hábitos que le harán mejor persona.
Si usted quiere cambiar cualquier situación,
tiene que comportarse en forma distinta. Pero para cambiar su comportamiento, debe
antes modificar sus paradigmas (su forma
de interpretar el mundo).
“Los 7 hábitos” presentan una nueva
forma para cambiar estos paradigmas, al instaurar nuevos hábitos que le
permitirán escapar de la inercia y encaminarse hacia sus objetivos.
A continuación les presento un resumen
de los 7 hábitos presentados por Covey, considerando que el desarrollo personal
transcurre en 3 etapas:
Etapa
1: Victoria Privada
Busca el cambio interno, propio, que te
permite alcanzar el equilibrio contigo mismo. El concepto principal de la
victoria privada es el paso de los estados de dependencia a los de
independencia, no como meta final, sino como un paso más hacia el desarrollo
integral.
Primer
hábito: Sea proactivo
Ser proactivo es algo más que tomar la
iniciativa. Es reconocer que somos responsables de nuestras elecciones y que
tenemos la libertad de elegir basándonos en principios y valores, y no en
estados de ánimo o condiciones. Las personas proactivas constituyen motores del
cambio y optan por no ser víctimas, por ser reactivas y no culpar a los demás. En
esencia, la proactividad es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que
somos los arquitectos de nuestro propio destino.
Segundo
hábito: Empiece con un fin en mente
Los individuos, las familias, los equipos
y las organizaciones forjan su propio futuro creando primero una visión mental
de cualquier Proyecto, grande o pequeño, personal o interpersonal. No se
limitan a vivir al día sin un propósito claro en mente. Se identifican y
comprometen con los principios, relaciones y objetivos que más importancia
tienen para ellos. Después de todo, para un velero sin puerto cualquier viento
es bueno.
Tercer
hábito: Establezca primero lo primero
Establecer primero lo primero significa
administrar nuestro tiempo con efectividad, organizar y llevar a cabo las
prioridades más importantes. Sea cual sea la circunstancia, implica vivir con
arreglo a los principios que más valora y ser impulsado por ellos, no por
asuntos urgentes y las fuerzas que le rodean.
Etapa
2: Victoria Pública
Se centra en el establecimiento de
relaciones donde el objetivo es comunicamos efectivamente, de manera empática, buscando
comprender al otro antes de ser comprendidos, cosa que solo se podrás hacer si
haz cerrado el circulo de tu victoria privada.
Cuarto
hábito: Pensar en ganar/ganar
Pensar en ganar/ganar constituye un
estado mental y de corazón donde se busca el beneficio y el respeto mutuos en
todas las interacciones. Implica pensar en términos de abundancia y
oportunidad, en lugar de escasez y competencia adversa. No es pensar de forma
egoísta (ganar/perder) o como un mártir (perder/ganar); es pensar en términos de «nosotros» y no de «yo». Cuando
establecemos el balance entre nuestros objetivos y los objetivos de los demás
podemos lograr el bien común. Cuando nuestra determinación se balancea con la
consideración para con los demás, estamos sentando las bases para la
convivencia y la equidad entre los seres humanos.
Quinto
hábito: Procure primero comprender, y después ser comprendido
Cuando escuchamos con la intención de
comprender a los demás, y no con la intención de responder, iniciamos la
construcción de una comunicación y una relación auténticas. La necesidad que
tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los
seres humanos. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas y
posibilita llegar a acuerdos de tipo ganar/ganar. Entonces, las oportunidades de
hablar con franqueza y ser comprendido surgen con mayor naturalidad y
facilidad. Procurar comprender exige consideración; procurar ser comprendido
exige valor. La efectividad radica en el equilibrio o la combinación de ambos.
Sexto
hábito: La sinergia
Sinergia significa que el todo es más
que la suma de sus partes, es la tercera alternativa: ni mi manera, ni tu
manera, sino una tercera manera que sea mejor de lo que propondríamos
individualmente cualquiera de nosotros. Es el fruto de respetar, valorar e,
incluso, celebrar las diferencias mutuas. Implica solucionar problemas, aprovechar
oportunidades y resolver las diferencias. Es el tipo de cooperación creativa
del 1 + 1 = 3, 11, 111 o más... La sinergia también constituye la clave de
cualquier equipo o relación efectiva. Un equipo sinérgico es un equipo
complementario, donde el equipo se organiza para que los puntos fuertes de unos
compensen las debilidades de otros. De este modo se optimizan los puntos
fuertes, se avanza con ellos y se consigue que las debilidades resulten
irrelevantes.
Etapa
3: Renovación
La auto-renovación, es el mantenimiento básico necesario para
mantener los hábitos restantes funcionando adecuadamente.
La efectividad se logra cuando se puede
mantener el equilibrio entre la producción (P)
y la capacidad de producción (CP). Sin
embargo, es frecuente que la gente esté demasiado ocupada produciendo
(aserrando) para prestar atención al mantenimiento de su medio de producción (afilar
la sierra). La razón por la cual esto ocurre es que el mantenimiento pocas
veces produce dividendos importantes en forma inmediata.
Séptimo
hábito: Afile la sierra
Afilar la sierra tiene que ver con la
constante renovación de cada uno de nosotros en los cuatro ámbitos básicos de
la vida: físico, social/ emocional, mental y espiritual. Es el hábito que
incrementa nuestra capacidad de vivir con arreglo a los otros hábitos de la
efectividad.
Resumiendo:
Los tres primeros hábitos pueden
sintetizarse en una expresión sencilla de cuatro palabras: Hacer y mantener
promesas. La capacidad de hacer una promesa es proactividad (primer hábito). El
contenido de la promesa es el segundo hábito y mantener las promesas es el tercer
hábito.
Los tres hábitos de los equipos complementarios
siguientes pueden resumirse en una frase breve: Implique a la gente en el
problema y busquen juntos la solución. Esto exige respeto mutuo (cuarto
hábito), comprensión mutua (quinto hábito) y cooperación creativa (sexto
hábito).
El séptimo hábito («Afile la sierra»)
es aumentar la competencia en los cuatro ámbitos de la vida: cuerpo, mente,
corazón y espíritu. Significa renovar la integridad personal y la seguridad de
cada uno (hábitos primero, segundo y tercero) y renovar el espíritu y el carácter
del equipo complementario.
Te animo a adquirir este buen libro
para que conozcas a fondo los hábitos y empieces a trabajar en ellos, recuerda
que nuestro proceso de superación y mejora continua nunca termina.
Siembre un
pensamiento, coseche una acción
Siembre una acción, coseche un hábito
Siembre un hábito, coseche un carácter
Siembre un carácter, coseche un destino
- Seneca -
Siembre una acción, coseche un hábito
Siembre un hábito, coseche un carácter
Siembre un carácter, coseche un destino
- Seneca -
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